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Unos estafadores tanto con el inquilino como con el arrendador. Al principio, muy rápidos para meterte la mordida... Engañan a ambas partes... No ponen facturas de nada... Cobran por los alquileres a ambas partes. Si necesitas algo, pasan de todo o te lo cobran como si fuera sangre de unicornio.
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Si preguntáis al arrendador, veréis que cobran a las dos partes, lo cual está específicamente prohibido en la Ley de Arrendamientos Urbanos, tanto la anterior como la reforma legal que acaba de entrar en vigor.
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He tenido la desgracia de alquilarles un piso... Bajo ninguna circunstancia hagáis tratos con ellos.