Espectacular casa de 421 m² de superficie y 950 m² de parcela, en la que podrás disfrutar de tus ratos de ocio sin salir de casa, en Arantzazu, provincia de Bizkaia. La amplitud de esta vivienda es ideal para inversores con posibilidad de hacer tres viviendas.
Este chalet tiene tres plantas de altura y dispone de amplio salón, cocina amueblada, absolutamente independiente del resto de estancias y equipada con electrodomésticos, tres dormitorios y cuarto de baño completo. Además, el chalet cuenta con terraza para que descanses al aire libre y un patio para que puedas desayunar al aire libre. El inmueble es todo exterior, con jardín privado en el que aprovecharás el buen tiempo. Este chalet se encuentra situado en una vía de fácil acceso, tiene garaje para que puedas aparcar con mayor comodidad y trastero, para que puedas aprovechar todo el espacio de la vivienda.
Por su orientación sur, es una casa muy soleada en las horas centrales del día. La vivienda se vende sin amueblar y necesita reforma. En cuanto a las calidades, este chalet cuenta con calefacción de gasoil y el agua sanitaria con termo eléctrico, carpintería exterior de aluminio, suelos de tarima, que da mucha calidez a la vivienda, suelo de cerámica y resistente y fácil de limpiar. Para que te sientas más seguro en tu hogar, la puerta principal está reforzada. La propiedad también dispone de 2 cobertizos o anexos independientes ideales para guardar maquinaria o herramientas para profesionales autónomos.
Esta casa está situada en una zona tranquila y bien comunicada, muy cerca de la parada de autobús y la estación de tren. Para mayor comodidad, la vivienda se encuentra a 1 km de todos los servicios necesarios.
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Garaje
Jardín
Terraza
Características de publicación
Tipo de propiedad
Casa
Baños
1
Dormitorios
3
Zona útil
400m2
Zona inundable
Zona no inundable
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Por petición del propietario, la valoración se ha escondido.
El certificado de eficiencia energética (CEE) informa a compradores y arrendatarios potenciales sobre el desempeño de la energía de la vivienda por medio de un código de color en una escala que va desde muy eficiente energéticamente (verde) a nada eficiente (rojo).